Violeta Verdy transmite su arte marcado por George Balanchine, el maestro absoluto de la danza moderna.

Nacida en 1933, Violette Verdy se forma con Madame Rousanne (Rose Sarkissian) y Victor Gsovsky, dos de los profesores rusos más influyentes de la primera mitad del siglo XX. Violette Verdy debuta en los Ballets des Champs-Elysées en 1945, y luego se une en 1952 a los ballets de Marigny antes de iniciar una carrera internacional que la lleva a Londres (solista en el London Festival Ballet en 1954 y 1955) y después a Nueva York, donde se instala de 1958 a 1976.

Esta carrera excepcional como solista continúa y se transforma en la de pedagoga a partir de 1977, cuando se convierte en directora de danza de la Ópera de París y difunde el método Balanchine. Dominique Delouche sale al encuentro de Violette Verdy y filma sus master classes, permitiendo así a la posteridad aprovechar la enseñanza artística de una bailarina excepcional.