Daniel Barenboim nos invita a descubrir el universo fantasmagórico de Claude Debussy.
Entre cuatro ojos, así es como Claude Debussy había soñado que se interpretara el Libro I de sus Preludios y no en una sala de conciertos, aunque él mismo hubiera presentado algunas de estas piezas en público. Unas décadas después (el Libro I de los Preludios se compuso entre diciembre de 1909 y febrero de 1910), el director de cine Paul Smaczny satisface el deseo del músico haciendo que Daniel Barenboim interprete las doce piezas del Libro I en la intimidad de una casa de estilo art déco. Una bailarina, cuadros y lecturas jalonan la película cuya forma ya es una invitación a la fantasmagoría debussysta.
Pero más que un concierto, el documental esboza un retrato de Claude Debussy a través de las bromas llenas de ternura de Eric Satie a su «colega», los recuerdos bañados en champán de Stravinsky y muchas citas de él mismo que permiten apreciar mejor su música. «No hay escuela Debussy. No tengo discípulo. Yo soy yo… La música es una matemática misteriosa cuyos elementos forman parte del infinito», decía. Esta matemática es todavía más misteriosa por lo que a él respecta, y es extremadamente difícil plasmarla con palabras.
Daniel Barenboim, que no se contenta con interpretar los preludios con elegancia y sutileza, se esfuerza e intenta desvelar el secreto debussysta. «Debussy se define como un músico francés. ¿Pero qué es eso? La posibilidad de combinar la imaginación más libre con un espíritu de precisión matemática».
Extractos:
- Preludio de La siesta de un fauno, C. Debussy, Radio-Sinfonieorchester Stuttgart, Georges Prêtre;
- Nubes (Nocturnos), C. Debussy, Berliner Philharmoniker, Claudio Abbado;
- Sonata para flauta, viola y arpa, C. Debussy, Anna Garzuly, Karl Suske, Cornelia Smaczny.