En 1969 Nina Simone estaba en el punto máximo de sus capacidades artísticas. El movimiento por los derechos civiles estaba también en pleno apogeo, y su voz se sumó a la lucha —de forma a partir de entonces indisoluble— con su obra maestra de 1964 «Mississippi Goddam». Sin embargo, al tiempo que su activismo político se acrecentaba, su música comenzó a cederle a este un lugar primordial, mientras Nina se involucraba cada vez más con el discurso revolucionario de Malcolm X, alejándose de la resistencia pacífica de Martin Luther King, al que sin embargo respetaba enormemente. En 1967, dos años antes de la captación de este increíble concierto, Nina Simone graba la que sería una de sus canciones más representativas: «I Wish I Knew How It Would Feel To Be Free», originalmente de Billy Taylor, en su album Silk and Soul.
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