El pianista y pedagogo ruso dedica una master class a una de las obras más oscuras y dramáticas de Chopin.
Aunque «scherzo» significa «broma» en italiano, los Scherzos de Chopin distan mucho de evocar un sentido del humor cualquiera. Este Scherzo n.° 1 en si menor, op. 20, que exige muchas capacidades técnicas, atestigua particularmente esa atmósfera dramática. A los 25 años, el joven Chopin se encuentra en su fase de creación más desbocada y apasionada. En noviembre de 1930, la insurección polaca contra el Imperio Ruso está en pleno apogeo, y el compositor dedica esta obra a su amigo Thomas Albrecht, que lo convence de permanecer en Viena, lejos de su familia polaca, para dedicarse a su carrera musical. No es improbable que esta obra transmita las emociones de Chopin en esos tiempos de guerra, o que cuente la historia de esa rebelión en su país, Polonia.
Festival de Verbier 2012
Dos gigantes del piano