Siete cortometrajes de Dominique Delouche, en compañía de Maya Plisetskaya y bailarines estrellas de la Ópera Nacional de París.
Dominique Delouche es un director de cine aparte. Tras sus estudios en Bellas Artes, Dominique Delouche da sus primeros pasos en el mundo del cine como asistente del director italiano Federico Fellini en los rodajes Il Bidone, Las noches de Cabiria y La dolce vita. Después pasa a dirigir sus propias películas, entre las cuales Veinticuatro horas en la vida de una mujer y L’Homme de désir son, respectivamente, seleccionada en el Festival de Cannes (1968) y galardonada en el Festival Max Ophüls (1971).
Pero Dominique Delouche dedicó lo esencial de su carrera al mundo de la danza, con el objetivo de transmitir el arte de los grandes coreógrafos y bailarines de la segunda mitad del siglo XX. Esta película atípica reúne siete documentales filmados entre 1959 y 1984, en los que se mezclan sesiones de ensayos y pasos por el escenario: El espectro de la danza con Nina Vyroubova y el coreógrafo Serge Lifar, El adaggio con la misma Nina Vyroubova acompañada de Attilio Labis, Aurora, en la que Élisabeth Platel recibe los consejos de Rosella Hightower, Pas à pas, dúo entre Patrick Dupond y John Neumeier, El cisne con Yvette Chauviré y Dominique Khalfouni, En torno a la sílfide, una coreografía de Pierre Lacotte con Ghislaine Thesmar, Michaël Denard y Yannick Stephant, y por último Lección de tinieblas, un magnífico momento coreográfico en compañía de la prima ballerina assoluta del Teatro Bolshói, Maya Plisetskaya.
