Dominique Delouche repasa la excepcional carrera de Nina Vyroubova, la gran bailarina franco-rusa.
Procedente de la emigración blanca instalada en París, entorno de una riqueza intelectual notable, Nina Vyroubova se forma en la capital francesa con las más grandes estrellas del Teatro María de San Petersburgo (Teatro Marinskii), como Trefilova, Preobrajenska o Egorova, que también son refugiadas en París. Roland Petit revela a la joven Nina Vyroubovaen ofreciéndole un papel en 1945 en Les Forains en los Ballets des Champs-Elysées, y después Serge Lifar la llama a la Ópera en 1949 como bailarina estrella. No obstante, su papel emblemático fue el de Gisela, por el que Nina Vyroubova fue aclamada en los escenarios más prestigiosos de todo el mundo. A su muerte en 2007, Nina Vyroubova fue enterrada en el Cementerio ruso de Sainte-Geneviève-des-Bois, al lado de Serge Lifar, Rudolf Nureyev y Alexandre Volinine.
Los archivos de Dominique Delouche