Un curriculum vitae de as del teclado y una sensibilidad a flor de piel.
Los Doce estudios transcendentales de Liszt y el pianista Boris Berezovsky están hechos el uno para el otro: bajo la extrema dificultad de ejecución y las proezas acrobáticas de los Estudios Transcendentales se oculta un músico romántico que se nutre de poesía, Liszt. Y tras el virtuosismo endemoniado y la agilidad extravagante de los dedos del pianista, hay un intérprete con la sensibilidad a flor de piel, Boris Berezovsky.
Leer másLa Roque d'Anthéron 2004