Un fenómeno global del espectáculo, un tenor estrella, un campeón del crossover… Andrea Bocelli es todo esto y mucho más. Bocelli ha conseguido vender además 80 millones de discos, un récord en la historia de la música clásica.
Música ha podido hablar con él en la ciudad italiana de Lucca donde ofreció un breve pero intenso recital en la apertura de un congreso de la UNESCO. De hecho Bocelli no es solo un cantante de ópera versátil y una estrella del pop mundial, también es alguien apasionado y comprometido: en 2011 creó su propia fundación, con varios objetivos. “Antes de nada queremos luchar contra la pobreza. Después tenemos proyectos concretos destinados a mejorar la vida de los menos afortunados, explica el artista. En concreto, hemos financiado un proyecto con el MIT de Boston y esperamos poder desarrollar aparatos que permitan a la gente ciega a superar algunos de sus impedimentos para siempre”.
“Estoy estrechamente ligado a mi país, a mis orígenes, a mi lengua, a mis amigos, a Italia en general. Así que cuando estoy de viaje lo echo todo de menos, asegura el cantante. Catón de Útica solía decir: 'habrá problemas si se enseña a los soldados a leer o a apreciar la música porque entonces olvidarán el arte de la guerra.' Esto dice mucho sobre la capacidad del arte y de la cultura en general de transformar nuestra sociedad en una sociedad menos violenta y más profunda”, afirma Andrea Bocelli.
A aquellos que critican algunas de sus elecciones musicales, Bocelli responde: “Alguien que me inspiró enormemente y que fue un modelo para mí fue el cantante de ópera Franco Corelli. Cuando la gente le hacía preguntas técnicas como '¿se considera usted un tenor dramático o un tenor lírico spinto?' él respondía: 'Me gustaría ser considerado solo una voz.'"
“Para mí lo esencial es hacerlo lo mejor que puedo y ser un ejemplo de hombre de buena voluntad para mis hijos. Cada día mi lucha es sentirme cada vez menos unido a las cosas efímeras que no tienen valor real y que dejaremos detrás de nosotros”, concluye el artista.